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La muerte de Rafael Alberti el 28 de octubre, a los 96 años, a causa de una insuficiencia cardiorrespiratoria ha dejado sin voz a la Generación del 27. No pudo el 'insigne poeta gaditano', como le consignan las enciclopedias, el querido Rafael de sus millones de amigos, cruzar el Rubicón del siglo. Así se lo proponía feliz al soplar sobre las velas de la enorme tarta que presidía cada uno de sus últimos cumpleaños. Soplaba feliz y optimista, puede que ausente, arropado siempre por el cariño de su segunda esposa, María Asunción Mateo, 44 años más joven que él, especialista en su obra, y con quien había contraído matrimonio el 13 de julio de 1990 en el juzgado del Puerto. Felices segundas nupcias contraídas con camisa floreada en una mañana de sol. |
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