María Verza, Fax Press/Madrid

Las guerras en Kosovo, Timor Oriental y Chechenia son notas destacadas que tiñeron de luto el fin del año. Los Balcanes son de nuevo el punto más sangriento y desolador, con el genocidio desencadenado por el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, contra los albaneses de la provincia de Kosovo durante la primera mitad del año y que, después de la firma de la paz en junio, dio paso a la venganza de los albanokosovares. Ejecuciones, torturas, violaciones y asesinatos indiscriminados eran la tónica habitual que se incrementó a finales de marzo tras el comienzo de la ofensiva aérea de la OTAN. Otros dos puntos calientes fueron Timor Oriental, donde la violencia se apoderó del territorio tras un referéndum de independencia, y Chechenia.

El resultado de la guerra desencadenada en Kosovo fueron decenas de miles de muertos, 800.000 refugiados y toda una población arrasada por el odio y el crimen organizado de los serbios. Los asesinatos se incrementaron a finales de marzo tras el comienzo de la ofensiva aérea de la OTAN, que atacó Kosovo en una operación unilateral de 78 días muy criticada, especialmente al registrarse errores fatales que se cobraron muchas vidas civiles.

Timor Oriental fue otro de los puntos negros del año. El 30 de agosto se celebró el esperado referéndum para poner fin a casi 25 años de dominación indonesia y elegir entre una autonomía bajo su control o la independencia. Los timoreses participaron masivamente en la votación y la opción de la independencia ganó por una mayoría aplastante, el 78,5 por ciento. No hubo celebraciones. Nada más conocerse los resultados, decenas de miles de familias fueron obligadas a salir de Timor Oriental a punta de fusil por militares indonesios y milicias leales al Gobierno de Yakarta (liderado por Yusuf Habibie) que arrasaron toda la región. Cerca de 230.000 refugiados tuvieron que esconderse en las montañas para salvar la vida y los observadores internacionales y periodistas fueron expulsados.

Las fuertes críticas de la comunidad internacional consiguieron frenar al Gobierno de Indonesia y un contingente de cascos azules de la ONU llegó a Timor Oriental en septiembre. Desde entonces, los timoreses esperan la llegada de ansiada independencia bajo control de Naciones Unidas.

El Cáucaso y Cachemira

En Asia hubo otros dos puntos conflictivos: la provincia india de Cachemira, por la que India y Pakistán han vuelto a derramar sangre y a amenazarse con medir su potencial nuclear, y el Cáucaso. En Chechenia, las tensiones entre los independentistas de Grozni y Moscú condujeron al despliegue de tropas rusas, acción que fue el comienzo de una nueva guerra cada vez más caliente y que con el ultimátum del presidente ruso Boris Yeltsin a los ciudadanos de Grozni para que huyeran o se prepararan a morir suscitó fuertes críticas de la comunidad internacional. Pero el avance ruso sigue y la violación de derechos humanos continúa, especialmente en los 'centros de detención preventiva'.

Pakistán, además de medir sus fuerzas con la India en el mayor conflicto de los últimos años en la zona, ha sido testigo de un golpe de Estado perpetrado por el general Pervez Musharraf, que se hizo con el poder el 12 de octubre para imponer un gobierno militar que parece haber mantenido impasibles a paquistaníes y extranjeros.

En Oriente Próximo, la llegada al poder en Israel del laborista Ehud Barak alentó las esperanzas de una reactivación del proceso de paz bloqueado durante el Gobierno de Benjamín Netanyahu. En diciembre, se dio un nuevo impulso al proceso entre Siria e Israel para negociar las bases de la paz entre estos dos países que no se habían sentado a dialogar desde 1996. Pero la situación se prevé difícil porque los colonos judíos ya han anunciado una lucha sin cuartel para impedir la devolución de los Altos del Golán.

Al otro lado del Atlántico, también hubo buenas noticias. En Colombia comenzaron oficialmente las negociaciones de paz entre el Gobierno de Andrés Pastrana y la guerrilla de las FARC tras 40 años de guerra civil, aunque el proceso de paz todavía es inestable.