ANUARIO 2003

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Buda se muda a la Costa

Más de 3.500 personas de todos los rincones del planeta arropan la inauguración de la Estupa de Benalmádena, el templo budista más grande del mundo occidental

ROSSEL APARICIO

La carga simbólica e ideológica de la 'encrucijada' es inmensa. Se encuentra de espaldas al continente europeo, mirando desafiante y pacífica la exquisita vista del mar que separa España de la orilla africana. Es una puerta entre Oriente y Occidente que abre el paso a la tranquilidad de los monasterios y a la sabiduría de la doctrina tibetana, desconocida para muchos en España. Justo en la franja de la N-340 entre Benalmádena y Fuengirola -a la altura de Retamar- se levanta este templo budista, el más grande del mundo occidental, que ayer abrió oficialmente sus puertas con un programa de actos muy cuidado que aplaudieron más de 3.500 personas llegadas desde los lugares más recónditos del planeta.

La 'Estupa de la Iluminación', un centro de culto que simboliza la armonía, la prosperidad y la paz, contó con el arropo y la complicidad de numerosas autoridades locales, con el regidor Enrique Bolín a la cabeza, su Santidad Shamar Rinpoche, regente del linaje Karma Kayu de la escuela del budismo de Nepal; representantes del budismo en Bután como Lompo Sangye Ngodnpo, ministro de Salud, Cultura y Educación, así como Margarita Lehnert, responsable del colectivo budista que ha luchado por la construcción de este templo desde hace siete años, la Asociación cultural Karma Kayu Benalmádena.

En el anonimato quedaron los miles de 'peregrinos' procedentes de Ucrania, Polonia, Alemania, Dinamarca, Francia y Lituania. Muchos otros visitantes cruzaron el 'charco': desde Canadá, México o Estados Unidos. Tampoco faltaron seguidores de Hong Kong, Singapur o Nepal, que fueron llegando a la provincia con un cuentagotas generoso a lo largo de la semana pasada.

Tomaron los alrededores del templo con tiendas de campaña, sillas plegables y con la ilusión de respirar la armonía de su creencia en un día muy especial para los budistas del mundo. «Estamos viviendo una experiencia de energía indescriptible», aseguraba emocionada Stefanie, una alemana que se ha trasladado a Benalmádena para asistir al acto de apertura.

Actos inaugurales

La ligera lluvia de la mañana comenzó a cesar con el inicio de las extensas alocuciones de las altas autoridades, cerca del medio día. Uno por uno recordaron la ardua labor desempeñada tanto por la asociación benalmadense como por el ya desaparecido Lopon Tsechu Rinpoche para hacer realidad el templo, el segundo existente en la provincia (en 1994 se inauguró en las montañas de Vélez-Málaga la Estupa de Kalachakra).

Rinpoche fue un gran maestro del budismo -y aunque fallecido es el guía espiritual de esta estupa-, una figura clave en Nepal que ayudó a que la doctrina germinara en miles de practicantes de todo el mundo al tiempo que impulsó el nacimiento de 16 nuevos centros de culto de este tipo en Europa y Rusia, 17 contando éste último. «Este centro va a traer armonía, paz y significado no sólo al municipio sino a los seres de todo el mundo. Generosidad y la eliminación de la ignorancia con la llegada de la Iluminación que aporta las enseñanzas del Buda», indicó con voz ancestral su eminencia Shamar, sucesor espiritual de Rinpoche.

Convivencia de culturas

«Es ante todo un símbolo que significará beneficio para la población, un templo simbólico de convivencia de culturas y personas, pero además es una construcción importante en un municipio turístico como Benalmádena», agregó el alcalde, que en su día cedió el suelo para levantar el templo.

Tras el corte de la cinta inaugural y una visita rápida a su interior, la ceremonia aguardaba un espectáculo de danza a modo de ritual budista. Ataviados con hábitos de seda y brocado de tonalidades naranjas, colores chillones y acompañados con instrumentos del Tibet, los 'bailarines' contagiaron a los presentes la espiritualidad del momento. «Realizan escenas de deidades protectoras, sabios y figuras de la mitología budista», informaba casi con susurros una joven vinculada a esta cultura desde hace ya 5 años.

Bello interior

La atractiva estructura de la Estupa de la Iluminación alberga en su interior aun más secretos de la creencia búdica. Símbolos que reflejan diferentes aspectos de la religión se reparten en su sala de meditación a la que se debe acceder con pies descalzos para mantener limpio y puro el suelo.

En las paredes, pinturas de los capítulos más destacados de la vida de Buda realizados con la destreza y el conocimiento de los mejores artistas del Himalaya. Justo frente a la puerta de entrada el visitante observa ofrendas de comida, flores y las 'thankas' -diferentes aspectos de la mente- que a modo de altar invitan a la reflexión. Unos asientos para leer las frases con cargas energéticas -mantras- y un dibujo de arena fina completan el decorado interior. Éste último detalle será destruido -cuando llegue la estatua de Buda- a modo de lección para ilustrar el significado de 'lo efímero de la vida'. LOS DATOS Estupa: 33 metros de altura, 25 metros de ancho y de largo. Coronada por un cono y anillos de oro.

Contenido: Tiene una sala de meditación, planta baja para futuras exposiciones y una entreplanta cerrada que oculta objetos sagrados que bendicen el templo. Falta por instalar la estatua de Buda.

Estilo: Existen 8 modelos diferentes, éste es el de la Iluminación.

Presupuesto: Más de un millón de euros.

Cómo llegar: Por la N-340 hasta Benalmádena. El centro está en la carretera de Benalmádena-Retamar.

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