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Descripción
Entre el centenar de siemprevivas que crecen en la Península
Ibérica, muchas de ellas exclusivas de espacios muy restringidos, destaca
para nosotros una especie cuyo nombre específico indica su procedencia:
se trata de la siempreviva malacitana, descubierta por Blanca Díez
Garretas, profesora de la cátedra de Botánica de la Universidad de
Málaga.
Planta perenne con pocos tallos, desprovista de pilosidad. Las hojas de la
roseta basal tienen una longitud que oscila entre 4 y 8 centímetros de
largo y hasta un par de ancho. Son verde-oscuras, lustrosas, y poseen un
peciolo de hasta 5 milímetros de anchura, cuya longitud es de
aproximadamente un tercio de la longitud de la hoja. Florecillas de 4-5
milímetros de diámetro y pétalos con forma de espátula y color rojizo
violáceo.
Se considera especie en peligro, por la zona donde cría, sujeta a la
presión del turismo: la costa desde Maro a Torremolinos, pasando por las
mismas puertas de la capital, en la zona del Cantal. |