|
|
Descripción
He aquí otra centáurea endémica de Málaga, descrita recientemente por
Fernández Casas, que bautizó la planta en honor del Padre Laínz,
jesuita botánico.
A finales de mayo comienzan su floración. De nuevo la sierra de Estepona
nos sorprende con una riqueza botánica que sólo es explicable por la
conjunción de una serie de factores ecológicos, lo que prueba que el
catálogo de su flora aún está incompleto.
Atractiva planta de grandes rosetas de hojas basales, carnosas y
lustrosas, de las que emerge un tallo erguido, sin ramificar, en cuya
sumidad florece un solitario capítulo amarillo-azufre, rodeado de
brácteas negras en sus bordes.
Por fractura de sus raíces se generan brotes nuevos que cubren extensas
manchas, lo que parece indicar el buen estado de conservación de esta
especie exclusivamente malacitana. Hay quien supone que una posible
explicación de la excesiva proliferación de la planta, que coloniza
taludes y cunetas, está en que los jabalíes muerden las raíces y
tienden a propagarla.
|