Bolivia no negociará más contratos con Repsol YPF ni BP si recurren a arbitrajes

El Gobierno de Bolivia advirtió ayer de que no negociará nuevos contratos con la hispano-argentina Repsol YPF, la empresa Chaco, del grupo British Petroleum (BP), y la argentina Pluspetrol si cumplen su anuncio de recurrir a arbitrajes internacionales. El ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, dijo que las advertencias de esas empresas y los reparos que han puesto Argentina y Brasil a pagar un mayor precio por el gas son señales de que la nacionalización en Bolivia no será fácil.

Según Soliz, las tres empresas citadas señalaron en cartas enviadas recientemente que están pagando de forma provisional nuevos impuestos en Bolivia, pero que a la vez mantienen vigente su advertencia de acudir a tribunales internacionales. «Nosotros tenemos una respuesta para estas empresas: Señores, después de la nacionalización vamos a entrar a negociar los contratos, pero si alguna de estas u otras empresas recurre a un arbitraje el Gobierno boliviano no va a negociar», insistió el ministro Soliz.

Posiciones

Agregó que las compañías que operan en Bolivia, en su mayoría extranjeras, deben someterse a la jurisdicción nacional, y «si hay alguna empresa que no reconoce este principio constitucional se puede ir». La carta de la Repsol YPF fue enviada al ministerio boliviano de Hidrocarburos el pasado 24 de febrero, mientras que la de Chaco, participada por Panamerican Energy, del grupo británico BP, es del 6 de marzo pasado, y la fecha de la misiva de Pluspetrol no fue revelada. «Lo que se avecina es una etapa tremendamente difícil (...), razón por la cual el pueblo boliviano haría mal en desmovilizarse frente a lo que ha hecho en años pasados», declaró el ministro.

La nacionalización del gas y el petróleo que ultima el ministerio de Hidrocarburos y que fue reclamada por los sectores sociales en varias olas de protestas desde 2003, puede estar preparada en la primera quincena de abril.

La Cámara Boliviana de Hidrocarburos, que agrupa a las firmas del sector, anunció el jueves en un comunicado que acepta esa medida pero no una expropiación, además de pedir una concertación con el Ejecutivo. A diferencia de la postura del presidente boliviano, Evo Morales, de descartar una expropiación, Soliz dijo hoy que esa medida podía analizarse con una indemnización, como fija la legislación local en el caso de refinerías, pero que en los campos dependerá del análisis de los contratos suscritos por las compañías.

El ministro restó importancia al comunicado de la CBH porque, a su juicio, es una patronal no reconocida como interlocutora por el Gobierno, cuya estrategia es negociar empresa por empresa. Añadió que ese documento aparentemente muestra un «actitud comprensiva», ante la que el pueblo boliviano no debe confiarse sino más bien permanecer movilizado para garantizar la medida de nacionalización. El ministro también lanzó críticas contra los gobiernos de Argentina y Brasil porque considera que tienen una actitud «dura» para negociar una revisión al alza del precio del gas que compran.

«Todos son maravillosamente amigos hasta que se les toca el bolsillo y se les dice que nos tiene que aumentar el precio», apuntó al cuestionar el coste del gasóleo que los argentinos exportan a Bolivia y «las presiones» de las autoridades brasileñas.