Secciones
Servicios
Destacamos
TEXTO: COLPISA
Lunes, 19 de junio 2006, 02:00
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
LOS gigantes estadounidenses del automóvil General Motors (GM) y Ford intentan salir de la crisis que sufren, pero saben también que cualquier solución implicará para ellos cambios radicales. No se trata de atravesar la fase bajista de un ciclo productivo más. A lo que se enfrentan es a un cambio de era. Los males son similares para ambos constructores, que no previeron el avance de sus competidores asiáticos ni realizaron a tiempo los cambios de modelo necesarios para satisfacer los gustos del mercado.
Para luchar contra los rivales extranjeros (40% del mercado en América del Norte), Ford y GM han anunciado que van a reducir su tamaño con la supresión de 30.000 empleos cada uno y el cierre de una docena de plantas. Los dos grupos tratan por todos los medios de remover los generosos acuerdos salariales concluidos cuando el sector estaba en una situación floreciente. Ford logró desde enero «paralizar temporalmente la actividad de las plantas, rebajar en un 10% los costes salariales, progresar más rápidamente de lo previsto en la reducción de empleos pagados por hora, y ha emprendido una negociación para reducir las prestaciones sanitarias a los empleados jubilados», informó días atrás el responsable para América, Mark Fields. El número dos estadounidense opta simultáneamente por la deslocalización. Según documentos internos, Ford piensa invertir 9.200 millones de dólares en México para duplicar su capacidad de producción.
El número uno, GM, tiende a reducir sus capacidades desde 2005. El objetivo de las supresiones de puestos de trabajo está a punto de lograrse gracias un acuerdo firmado con el sindicato UAW y el proveedor de componentes Delphi (una de sus ex filiales), actualmente bajo la protección de la ley de quiebras. Según varios analistas, 30.000 empleados de GM ya habían suscrito ese plan a principios de junio.
Tras manifestarse «muy satisfecho» de los avances de la reestructuración, el presidente de GM, Rick Wagoner, anunció recientemente a sus accionistas que ya desde este año podría ahorrar 7.000 millones de dólares anuales. Los esfuerzos de estos dos fabricantes para mejorar la productividad de sus fábricas fueron saludados en el reciente informe Harbour, estudio anual de referencia sobre la industria de automoción estadounidense.
Ahorro y ecología
Mark Fields ha reconocido los errores cometidos en el pasado. «Nos quedamos bloqueados en maneras obsoletas». Tanto Ford como GM ponen ahora el foco de sus inversiones en los vehículos que gastan poca gasolina o que utilizan combustibles limpios y esperan obtener resultados de esa estrategia en los próximos meses. La nueva orientación se explica cuando se recuerda que GM perdió el año pasado más de 10.000 millones de dólares, mientras que Ford logró beneficios de 2.000 millones, la mitad que en el ejercicio 2004.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.