Científicos
andaluces hallan una estrella de neutrones en la
Vía Láctea
En sólo tres días, el objeto
experimentó 40 erupciones visibles al telescopio
y después se desvaneció Podría ser el eslabón
perdido en esa familia de astros
TEXTO: SUR /MÁLAGA
ERUPCIÓN.
Secuencia que muestra el retorcimiento de
las líneas del campo magnético de una
magnetar. / SUR |
«Es la primera
vez que se ha observado este tipo de fenómeno»,
adelanta Alberto J. Castro Tirado, científico
malagueño del Instituto de Astrofísica de
Andalucía (IAA). Un equipo de astrónomos
liderado por él ha hallado una estrella de
neutrones en la Vía Láctea que podría ser el
eslabón perdido en este tipo de objetos, una
investigación que recoge el último número de la
prestigiosa revista 'Nature'.
La estrella, de características únicas,
confundió en un principio a los científicos, que
creyeron inicialmente que era un estallido de
rayos gamma, producido por la muerte de una
estrella en una galaxia lejana. Sin embargo,
pudieron comprobar que el objeto no sólo se
encontraba mucho más cerca, en la propia Vía
Láctea -«está en nuestra galaxia, a unos 20.000
años luz de distancia, en dirección a la
constelación de Vulpecula»-, sino que además
mostraba un comportamiento único. «Tras la
emisión en rayos gamma, y en apenas tres días,
experimentó un total de 40 erupciones que se
observaron en el telescopio óptico de 1,5 metros
del Observatorio de Sierra Nevada», comenta
Castro Tirado. Once días después, a través de
telescopios de infrarrojo se observó una pequeña
erupción que más tarde desapareció.
«Estamos ante un objeto en estado de hibernación
e inactivo durante años para después entrar en
actividad durante unos pocos días», explica el
científico. Los investigadores creen que podría
tratarse de un magnetar, una estrella de
neutrones con un campo magnético cientos de
veces superior a la media.
Alto magnetismo
Y es que estos objetos, con un tamaño de unos
pocos kilómetros, se caracterizan por un campo
magnético muy potente. Como ejemplo, Castro
Tirado explica: «Si un imán de los típicos que
se tienen en la nevera tiene un campo magnético
de 10 Gauss (unidad de medida), un magnetar
puede alcanzar hasta mil billones de Gauss».
Así, en una de sus erupciones puede emitir tanta
energía como el Sol a lo largo de 1.000 años.
Hasta ahora, faltaban miembros en la familia de
las estrellas de neutrones. En el extremo más
enérgico se encuentran los magnetares, y en el
más débil las estrellas de neutrones aisladas,
objetos muy débiles y viejos que emiten en
radio. Aunque algunos científicos ya habían
apuntado a una posible evolución de los
magnetares hacia una vejez tranquila y débil,
nunca se había detectado un objeto que pudiera
encajar entre los dos estadios y probar así esa
evolución. El insólito comportamiento del objeto
hallado por los científicos lo convierte en el
candidato ideal.
El grupo investigador cree necesaria una
observación detallada tanto en rayos X como en
el óptico de la estrella de neutrones hallada
para esclarecer definitivamente su naturaleza e
intentar encajarla correctamente dentro de su
familia. En el estudio dirigido por Alberto J.
Castro han participado un total de 42
científicos que han utilizado datos de ocho
telescopios distribuidos por todo el planeta,
desde el robótico BOOTES-2 en La Mayora y el
Observatorio de Sierra Nevada, hasta los
gigantes BTA en Rusia y el VLT del ESO de Chile,
además de los radiotelescopios del IRAM en el
Pico Veleta y Los Alpes.
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