Los frentes
oceánicos constituyen barreras naturales para
las poblaciones de peces
El CSIC revela que las especies
se alejan apenas 30 kilómetros del lugar de
nacimiento
TEXTO: EFE/ MADRID
AVANCE.
El hallazgo
ayudará a fijar las áreas protegidas. /
EFE |
Investigadores
españoles han descubierto que los frentes
oceánicos originados por la mezcla de aguas de
distinta densidad constituyen barreras naturales
que aíslan genéticamente las poblaciones de
peces, un hallazgo que ayudará a determinar la
demarcación de áreas marinas protegidas.
Los frentes oceánicos, como los del Mar de
Alborán y el norte de las Islas Baleares,
conforman fronteras que no atraviesan ni las
larvas ni los peces adultos, según un artículo
publicado en 'PNAS' con los resultados de la
investigación realizada por científicos del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) y la Universidad de Barcelona.
En el Mar de Alborán
El trabajo, desarrollado con siete especies de
peces litorales del Mediterráneo con
características biológicas muy diversas -desde
una fase larvaria de menos de 10 días hasta más
de un mes-, se ha realizado en los frentes
oceánicos del Mar de Alborán y del norte de las
Islas Baleares.
Los resultados desvelan que la mayoría de las
especies adultas estudiadas apenas se alejan 30
ó 40 kilómetros del lugar de donde nacen, según
el coordinador del trabajo, Ciro Rico, del CSIC.
El experto explicó que, aun en peces con
capacidad de dispersión elevada, las larvas son
incapaces de atravesar frentes oceánicos.
Se trata de un importante hallazgo porque,
durante muchos años, se había asumido que la
dispersión de los organismos marinos operaba
como un sistema abierto, de modo que la fase
dispersiva de las especies, especialmente
durante el periodo larvario, permitía la
colonización de amplias zonas de la costa. Por
contra, el estudio -financiado por la Consejería
de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el
Ministerio de Medio Ambiente- demuestra que la
retención de las larvas es importante.
Especies estudiadas
Las especies litorales del Mediterráneo con las
que se ha trabajado son el salmonete (Mullus
surmuletus), la mojarra (Diplodus vulgaris), la
oblada (Oblada melanura), la cabrilla (Serranus
cabrilla), el salmonete real (Apogon imberbes),
el peto (Symphodus tinca) y la moma (Tripterygion
delaisi).
En el Mediterráneo occidental hoy dos frentes
muy marcados debido a la entrada del agua
atlántica (menos densa) por el Estrecho de
Gibraltar, que al juntarse con la del
Mediterráneo (más densa) genera un frente entre
Almería y Orán y otro al norte de las islas
Baleares. La magnitud de estos frentes es muy
diferente, pero ambos son capaces de impedir que
las larvas de los peces los atraviesen, lo que
da lugar al aislamiento genético de sus
poblaciones.
Según Enrique Macpherson, investigador del CSIC
y coautor del trabajo, «el aislamiento entre
especies puede condicionar el establecimiento de
las reservas marinas, dado que establece la
conectividad entre las poblaciones de las zonas
protegidas y no protegidas».
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