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Un gran ojo para el Universo
El nuevo radiotelescopio ALMA permitirá observar fenómenos hasta ahora invisibles en el espacio  

TEXTO: G. PEDROSA / GRANADA

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OBSERVATORIO.
Imagen virtual del proyecto ALMA, que estará operativo en 2012, en el desierto de Atacama (Chile). / SUR

Cuenta con 50 antenas radio-astronómicas de 12 metros de diámetro, más otras cuantas adicionales que pueden funcionar de manera coordinada, y está ubicado en el desierto de Atacama (Chile). Se trata del mayor radiotelescopio del mundo (ALMA), y de un proyecto mundial sin precedentes en el que han participado países de Europa, además de Estados Unidos, Japón y el país anfitrión de este proyecto, Chile.

Más de ochenta especialistas se han reunido recientemente en Granada para ser instruidos sobre el uso y las grandes expectativas de este gran observatorio, que espera estar listo para el año 2012. El cónclave se celebró en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA).

Lourdes Verde Montenegro, coordinadora del congreso, explica que en relación al radiotelescopio, que se trata de una tecnología muy compleja, «son decenas de antenas que hay que combinar para que ofrezcan una imagen única». Así, tanto expertos de los principales centros de investigación españoles, como especialistas de todo el mundo debatieron en la ciudad andaluza sobre las posibilidades y ventajas de este innovador artefacto.

El origen del Universo

La experta Lourdes Verde Montenegro señala que el radiotelescopio va a servir para «investigar cómo se formaron las primeras galaxias, los planetas, las estrellas y conocer el momento en el que se originó el Universo».
Por otro lado, ALMA se constituye en consecuencia como un gran zoom para acercarse a los detalles del espacio exterior con mucha resolución, lo que permitirá conocer algo más sobre la química del Universo y estudiar las moléculas orgánicas que residen en el polvo y el gas estelar.
Una de las particularidades de este instrumento es que observa en radio, esto es, mide la longitud de onda de las radiaciones (en concreto las que están entre 0,3 y 9,6 milímetros). Y es que la luz que recibimos de los astros son como un dial de radio, y se propaga por medio de ondas, como si fuera una piedra que cae en un estanque.

Esta capacidad va a permitir obtener información sobre la parte más fría del Universo. Otras técnicas de observación, como los infrarrojos o los rayos gamma, capturan sólo aquellos fenómenos más violentos y energéticos del espacio, mientras que las zonas que están a temperaturas más bajas siguen escondiendo muchas incógnitas para la ciencia. Entre otras cosas, ALMA va a permitir estudiar la radiación residual del Big Bang, el gran estallido que dio lugar al Universo.
Este proyecto se ubicará en el desierto de Atacama, en Chile, más concretamente en Chajnantor, una explanada a 5.000 metros de altura. Esta región es idónea para el observatorio porque, al ser un lugar muy seco, no hay humedad en la atmósfera que pueda generar radiaciones y entorpecer la labor del radiotelescopio.

España, muy implicada

La organizadora del congreso explica que España tiene un papel muy activo en el desarrollo de esta herramienta tecnológica, y añade que «los asistentes se sienten muy involucrados con la iniciativa y tienen ganas de participar».
Según Lourdes Verde Montenegro, los científicos reunidos en el congreso no sólo han conocido el complejo funcionamiento de ALMA, sino q ue además han preparado las investigaciones que se dirigirán desde el observatorio cuando esté en marcha. El nuevo radiotelescopio puede ser una de las grandes herramientas de descubrimientos para el futuro.

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