Luz y algas para
depurar
La empresa malagueña Bioazul
coordina un proyecto en el que participan cinco
países para la reutilización de las aguas de
lavado de las aceitunas
TEXTO: M. D. T. / MÁLAGA
PROTOTIPO.
Modelo en el que se inspira el proyecto.
/SUR |
La empresa
Bioazul, ubicada en el Parque Tecnológico de
Andalucía (PTA) de Málaga, coordina un proyecto,
en el que participan cinco países europeos, para
la depuración del agua potable que se usa en el
lavado de la aceituna destinada a la producción
de aceite en las almazaras y su reutilización
posterior, mediante un fotobioreactor compacto
de microalgas seguido de un módulo de tecnología
de membrana. La Unión Europea financia el
proyecto con algo más de un millón de euros.
El aceite de oliva es un alimento sobradamente
conocido por sus beneficios saludables. Lo que
no es tan conocido es la cruz que en términos
medioambientales acarrea su proceso de
producción. Lo cierto es que contamina bastante.
Por ello, en los últimos tiempos hay
investigaciones dirigidas a suavizar ese impacto
medioambiental y de ahí la utilización de
alpechines como combustibles o abonos para
evitar que aquellos contaminen. El alpechín es
un residuo casi del final del proceso, pero
también los del principio contaminan. Es el caso
del agua potable utilizada para el lavado de la
aceituna que termina con concentraciones
residuales tóxicas. La solución a este problema
es la depuración de este agua residual, pero los
actuales sistemas de depuración suelen ser
bastante costosos para las almazaras, la mayoría
integradas por pequeños agricultores.
Proceso
La iniciativa que coordina Bioazul, llamado
Algatec, podría ser una solución barata y
ecológica en la depuración de estas aguas.
Violeta Cabello, gestora del proyecto, explica
el sistema propuesto. «El fotobioreactor
consiste en un tanque que contiene un cultivo de
microorganismos fotosintéticos que con la
fotosíntesis consumen nutrientes del agua (con
lo que la depuran) y CO2 de la atmósfera». Este
sistema fue patentado por Valorsabio, el socio
portugués del proyecto, y se ha probado con
eficacia con aguas residuales domésticas.
Cabello advierte de que pese a que las membranas
de filtración consiguen depurar el agua a
calidad potable, «requisito indispensable para
reutilizar el agua en el lavado», no son
rentables por sí solas para pequeñas almazaras
por su elevado coste económico. Por ello la
propuesta de Algatec incluye el diseño y
construcción en un laboratorio de un prototipo
que llegue a optimizar el funcionamiento del
fotobioreactor y «adaptarlo a los requerimientos
de las aguas de lavado para conseguir depurarlas
lo suficiente como para que el uso de membranas
sea mínimo».
El siguiente paso del proceso será probar este
invento, para lo que se construirán dos plantas
piloto, una en España, en una cooperativa de
Puente Genil, y otra en Grecia, en Peza Unión de
la isla de Creta. Todo el proceso, fabricación
del prototipo y fase de experimentación, tendrá
dos años de duración a partir de que se firme el
contrato de financiación con la Unión Europea,
probablemente para comienzos de abril. El
presupuesto aprobado es de 1.070.162 euros,
explicó Antonia María Lorenzo, química de
Bioazul.
La iniciativa Algatec comenzó a gestarse en
junio de 2007 en un encuentro entre Bioazul y la
Agencia del Agua de la Universidad de Granada.
Desde entonces hasta ahora, en puertas de
ponerse en marcha, la iniciativa ha adquirido
dimensiones internacionales, ya que colaboran
empresas de Italia, Alemania, Portugal, Grecia
además de España.
Bioazul coordinará toda la operación, para la
que contará en España con la colaboración de la
granadina Biotmicrogen y el Instituto del Agua,
que desarrollarán los test de laboratorio del
fotobioreactor, especialmente en lo que se
refiere a las microalgas y microorganismos a
utilizar en el mismo. La portuguesa Valorsabio
es la propietaria de la patente del
fotobioreactor y se encarga de su diseño y
puesta en funcionamiento. La alemana Isitec y el
centro de Transferencia Tecnológica de
Bremenhaven construirán el sistema de control y
los módulos de membrana para las plantas piloto.
Análisis
La Universidad de Tuscia, en Italia, y la
Organización Gubernamental Griega de
Investigación en Agricultura (Nagref) realizarán
los test de funcionamiento al bioreactor y el
análisis de las aguas de las almazaras de sus
respectivos países, lo mismo que el Instituto
del Agua aquí en España.
Violeta Cabello subraya las ventajas del sistema
a experimentar con otros en funcionamiento. En
su opinión, la propuesta Algatec «permite el
reciclado del 90% del agua de lavado con lo que
reduce los costes de producción».
Igualmente, es un modelo automatizado «y por
ello no requiere personal cualificado para su
manejo». Además de reducir los vertidos de aguas
residuales -prosigue-, retira CO2 atmosférico,
con lo que colabora con la lucha contra el
cambio climático.
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