El
canibalismo
no
es
exclusivo
de
algunas
tribus
de
lugares
remotos.
En
el
universo
también
existe.
«Las
galaxias
grandes
se
forman
comiéndose
a
otras
enanas»,
asegura
David
Martínez
Delgado,
investigador
del
Instituto
de
Astrofísica
de
Canarias
(IAC).
Es
una
teoría
plasmada
sobre
el
papel
desde
hace
años,
pero
sus
evidencias
observacionales
son
recientes.
Un
equipo
del
IAC
liderado
por
Martínez,
en
colaboración
con
astrónomos
aficionados,
ha
identificado
y
fotografiado
por
primera
vez
los
restos
de
cinco
pequeñas
galaxias
«merendadas»
por
otras
tantas
agrupaciones
estelares
próximas
a la
Vía
Láctea.
Ríos de estrellas
«Son ríos de estrellas que rodean a las galaxias espirales como la nuestra», apunta el investigador, que ayer pronunció la conferencia ‘Canibalismo galáctico en el universo local’, dentro del ciclo Presente y Futuro de la Ciencia y la Tecnología.
Por la fuerza gravitatoria, las galaxias grandes absorben a las enanas de su entorno, que en el proceso dejan un rastro de estrellas a su alrededor. Pero la ‘merendola’ galáctica ya ha concluido. «El proceso fuerte de canibalismo finalizó hace 4.000 millones de años, ahora estamos viendo las últimas etapas. Las galaxias están prácticamente construidas», argumenta Martínez.
Por primera vez en una investigación de este nivel se recurre a telescopios de astrónomos aficionados, robóticos, instalados «en uno de los lugares más oscuros de la tierra»: Nuevo México. Ellos, precisa Martínez, pueden acceder a las cámaras digitales más avanzadas del mercado, mientras que los telescopios profesionales tienen aparatos instalados hace años.
Hasta ahora, los estudios se habían centrado en la Vía Láctea, donde se han observado los restos de hasta cuatro galaxias ‘comidas’. Sin embargo, estos datos chocan con lo que establecen los teóricos, que estiman que la Vía Láctea se formó tras ‘merendarse’ a un centenar de galaxias enanas.
Ríos de estrellas
«Son ríos de estrellas que rodean a las galaxias espirales como la nuestra», apunta el investigador, que ayer pronunció la conferencia ‘Canibalismo galáctico en el universo local’, dentro del ciclo Presente y Futuro de la Ciencia y la Tecnología.
Por la fuerza gravitatoria, las galaxias grandes absorben a las enanas de su entorno, que en el proceso dejan un rastro de estrellas a su alrededor. Pero la ‘merendola’ galáctica ya ha concluido. «El proceso fuerte de canibalismo finalizó hace 4.000 millones de años, ahora estamos viendo las últimas etapas. Las galaxias están prácticamente construidas», argumenta Martínez.
Por primera vez en una investigación de este nivel se recurre a telescopios de astrónomos aficionados, robóticos, instalados «en uno de los lugares más oscuros de la tierra»: Nuevo México. Ellos, precisa Martínez, pueden acceder a las cámaras digitales más avanzadas del mercado, mientras que los telescopios profesionales tienen aparatos instalados hace años.
Hasta ahora, los estudios se habían centrado en la Vía Láctea, donde se han observado los restos de hasta cuatro galaxias ‘comidas’. Sin embargo, estos datos chocan con lo que establecen los teóricos, que estiman que la Vía Láctea se formó tras ‘merendarse’ a un centenar de galaxias enanas.