«Un matrimonio entre la
Astronomía y la Fotografía», así es como
Ernesto Páramo, director del Parque de
las Ciencias de Granada, resume la
exposición 'Cosmos. Vistas desde la Nave
Tierra', que ha organizado el museo
andaluz para conmemorar el Año
Internacional de la Astronomía. La
muestra ha sido realizada por la
Sociedad Astronómica Granadina (SAG), en
un trabajo que ha durado varios años y
en el que múltiples aficionados han
querido transmitir su amor por las
estrellas y todos los sucesos que
acontecen en el Universo.
El presidente de la SAG, Juan Cano,
explica que dedicarse a fotografiar
planetas, cometas, nebulosas, galaxias y
otros fenómenos del espacio exterior es
un ejercicio de paciencia infinita,
especialmente cuando se trata de
personas que lo hacen de manera amateur,
por amor al arte. Y es que algunos de
los aficionados que forman parte de esta
sociedad llevan años trabajando en este
sentido. Entre ellos está Aniceto
Porcel, que señala: «Durante el día
tenemos trabajos normales, pero por la
noche buscamos el momento para poder
alejarnos de la contaminación lumínica y
observar el cielo».
Porcel subraya que se trata de una
actividad muy solitaria y que tomar
fotografías de cuerpos que se hayan tan
lejos de nuestro planeta es una tarea
muy técnica y trabajosa. «Pasamos mucho
frío, y a veces terminamos al amanecer»,
añade el aficionado.
El conjunto contempla cerca de 40
imágenes, entre las que pueden verse
aspectos de la superficie lunar, como su
naturaleza montañosa y su abundante
craterización. La nebulosa de Orión, una
fábrica de estrellas y de polvo estelar
a 1.500 años luz de nosotros. El cometa
Hale-Bopp, con la cola de gas y polvo
que va dejando a su paso, el Sol,
eclipses...
Cámaras y telescopios
Las imágenes expuestas han sido tomadas
con distintos dispositivos de captura:
cámaras fotográficas normales,
analógicas, digitales, telescopios
sencillos y manuales, y también los que
son complejos y se manejan con el
ordenador, e incluso cámaras CCD
astronómicas de última generación.
Aniceto Porcel aclara que depende del
fenómeno que se quiera fotografiar. Así,
para capturar cometas, o la superficie
lunar y solar, pueden usarse técnicas y
métodos más sencillos. Mientras que para
fotografiar galaxias o estrellas que se
encuentran más lejos, y en las que por
tanto los niveles de luz son menores, se
necesita un tiempo de exposición mucho
mayor, para que la luminosidad, que
llega de tan lejos, tenga tiempo de
manchar la sensibilidad de la película.
Porcel detalla que el máximo tiempo de
exposición que ha utilizado en sus
fotografías es de aproximadamente veinte
horas. Pero la muestra incluye imágenes
que han necesitado tiempos de exposición
de cincuenta y hasta sesenta horas. La
muestra se encuentra instalada en el
edificio Macroscopio del Parque, donde
permanecerá durante todo este mes, para
luego seguir con su itinerario por otros
lugares siempre con el objetivo de
despertar el interés y la curiosidad por
la belleza y el misterio que reside en
el Universo.