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El ascensor ecológico
La empresa andaluza MP desarrolla un nuevo modelo de elevador que reutiliza toda la energía que se genera y existe en su entorno

TEXTO: GUILLERMO PEDROSA / GRANADA

«La energía más ecológica y más barata es la que no se consume». Estas palabras son de Juan de Dios Granados, investigador de la empresa española MP Ascensores (Sevilla) y coordinador de la iniciativa MP-E3, que está embarcada en el diseño del primer ascensor ecológico. El objetivo, tal y como lo explica Granados, es aprovechar toda la energía que se genera y existe en el entorno del ascensor, como la que crea el motor que tira de la cabina, la diferencia de temperatura que hay entre el espacio por el que asciende el ascensor y el interior del edificio, o incluso la energía que genera el usuario al accionar el pulsador de llamada.

Igualmente, este diseño aspira a reducir al máximo el peso de la cabina, utilizar un motor más eficiente y sustituir el sistema de iluminación del interior por otro más económico y energético.
Para ello, MP Ascensores, a través de la Corporación Tecnológica de Andalucía, colabora con diversos grupos de las universidades de Sevilla y Cádiz. Granados señala que el proyecto contempla una veintena de investigaciones independientes para optimizar el funcionamiento de cada parte y mecanismo del elevador.

Ahorro de costes

Una de las modificaciones más significativas es la del motor. El experto subraya que la mayoría de los ascensores antiguos usan motores asíncronos. «Estos son más fáciles de controlar, pero demandan más energía de la red», añade.
Sin embargo, los motores síncronos reducen enormemente el consumo energético porque son más eficientes y tienen un mejor rendimiento mecánico, pero a la vez son más difíciles de controlar. El equipo de MP Ascensores está desarrollando un variador de frecuencia para facilitar el control de este tipo de motor, de manera que el nuevo modelo consuma solamente la energía justa y necesaria.
Este variador de frecuencia forma parte de un diseño llamado Eco Inverter que reutiliza la energía que genera el ascensor cuando está en movimiento, una energía que normalmente se difumina en calor y se desperdicia. Granados destaca que este variador en sintonía con el motor síncrono permite transformar este proceso en energía alterna y devolverla a la red eléctrica.

El proyecto MP-E3 aspira a crear un modelo ecológico y eficiente, pero también económico, por eso se ha prestado atención a otros detalles que, aunque menores, ayudan a reducir considerablemente el consumo y el precio.

Así, los investigadores están estudiando nuevas fórmulas para reducir todo el trazado de cables que conectan el pulsador de llamada en las distintas plantas con el ascensor. Como por ejemplo aprovechar la fuerza de vibración que ejerce el usuario al apretar el botón, o convertir en energía las diferencias de temperatura que hay entre el hueco del ascensor y el edificio. Granados detalla, en este sentido, que esto supone un gran ahorro, y es que el cobre de los cables también es un gasto importante.

Un ascensor inteligente

La empresa está realizando estudios estadísticos con los que espera optimizar los algoritmos que controlan los ascensores, de manera que en un único viaje se transporte el máximo de personas posibles. «En este aspecto se piensa que puede haber un ahorro económico importante. Queremos que se use el menor número de ascensores sin que el usuario note una deficiencia del servicio, buscando un algoritmo que se adapte a todo tipo de edificio, ya que no es lo mismo un hospital que una vivienda privada», indica Granados.

De manera que este nuevo modelo sería más inteligente y, por ejemplo en un hotel en el que una persona presiona el botón, el sistema analizaría cuál de los ascensores es el que debe acudir a atender a esta persona, contemplando el ahorro energético y la calidad del servicio.
Otras acciones que también se están desarrollando consisten en buscar materiales más económicos y fácilmente reciclables, que a la vez disminuyan el peso de la cabina.

Juan de Dios Granados espera que el nuevo ascensor esté listo para 2011, y destaca que está especialmente dirigido al mercado europeo, «porque es el más concienciado con este tipo de sistemas ecológicos», asegura.
Este modelo tiene estipulado un tiempo de vida de 30 años, en el que espera dejar la menor huella ecológica posible. El experto sostiene al respecto que en la actualidad existe una dependencia preocupante de las energías fósiles, y que el camino de la eficiencia energética y ecológica a un precio razonable es el camino para el futuro, que se dirige hacia el uso de las energías limpias.

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