Una 'Grisson'
malagueña
La investigadora Isabel Fernández
Corcobado desarrolla una nueva técnica forense
para la determinación exacta del momento de la
muerte con el estudio de bacterias de la piel
TEXTO: SUR / MÁLAGA
Podría
perfectamente encarnar a uno de los compañeros
de reparto de Grisson en CSI, la exitosa serie
sobre forenses y crímenes. La investigadora
malagueña Isabel Fernández Corcobado ha
desarrollado una técnica para la datación de la
muerte basada en el estudio de bacterias
habituales en la microflora de la piel humana.
Esta técnica podría ser útil en el futuro a
peritos y policías para resolver crímenes. El
trabajo ha sido realizado en colaboración con
investigadores de la Universidad de Granada (UGR),
la Estación Experimental del Zaidín del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),
el Instituto de Medicina Legal de Granada y la
empresa Alava Ingenieros.
En concreto, la nueva técnica forense se basa en
la estimación del crecimiento de la bacteria 'Propionibacterium
acnes', una bacteria relacionada con infecciones
dérmicas, y su relación con el tiempo
transcurrido tras el momento de la muerte del
organismo humano. «Esta técnica aporta nueva
metodología y protocolo de actuación forenses
que simplifican y facilitan los peritajes de los
especialistas», afirmó.
'Propionibacterium acnes' es una bacteria que
vive en nuestra piel que está relacionada con
infecciones dérmicas como las que origina el
acné, de forma que, pese a que se podría pensar
que su existencia supone un perjuicio para la
salud humana, con el desarrollo de esta técnica
se ha descubierto una aplicación beneficiosa de
su presencia.
Asimismo se ha mejorado el método para el
control de la temperatura corporal cadavérica a
través del uso de novedosos sistemas de
termografía infrarroja que aportan mayor
precisión y asepsia que los instrumentos de
medida de temperatura corporal usados
tradicionalmente, ha asegurado Fernández. «El
nuevo sistema para la medición de la temperatura
aporta mayor precisión y asepsia que los
tradicionales instrumentos de medida de
temperatura corporal empleados durante el
diagnóstico forense», subrayó Fernández, quien
matizó que la técnica tiene un «gran interés» en
el campo de la criminalística, ya que utiliza
métodos «hasta ahora no abordados que se basan
en la termomicrobiología y pueden ser muy
efectivos en muertes no naturales y crímenes».
Instrumental puntero
Para la elaboración del estudio se han analizado
240 muestras de microorganismos de cadáveres
facilitadas por el Instituto de Medicina Legal
de Granada y otras 352 de sujetos vivos
donantes, bajo la dirección y supervisión del
responsable del laboratorio de Antropología de
la UGR, el profesor Miguel Botella. El empleo
del instrumental puntero en termografía ha sido
posible gracias a la colaboración de la empresa
madrileña Álava Ingenieros.
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