Iniciativa en todos
los idiomas
La sociedad andaluza Trágora se
ha convertido en todo un referente internacional
para la traducción
TEXTO: G. PEDROSA / GRANADA
La palabra Trágora
proviene de la unión de dos términos: traducción
y ágora; esta última viene del latín (ahora) y
del griego, en donde se usaba para designar a
las grandes asambleas que reunían a los
intelectuales para hablar de cultura, política y
conocimiento. Este es el nombre bajo el que
cinco jóvenes mujeres han consolidado una
sociedad cooperativa que traduce en todos los
idiomas y que actúa en más de 30 países.
Según explica una de sus socias y fundadoras,
Elena Fernández, desde Trágora se siguen tres
líneas de acción. El servicio de traducción
general para cualquier tipo de texto, páginas
web, programas informáticos, marketing, turismo,
intérpretes personales y azafatas para congresos
o encuentros internacionales... «Traducimos
muchos artículos científicos de investigadores
de la Universidad y del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas», subraya la
responsable.
Otro de sus campos de actuación es la
comunicación, área que integra todas las
actividades del sector audiovisual, como el
doblaje de películas y documentales, tanto en su
guión como en la locución, o el diseño de
subtítulos en el cine para sordos y de técnicas
de audiodescripción para personas con problemas
en la vista, la traducción de videojuegos... En
este marco, Trágora ha trabajado para diversos
festivales de cine, documentales de National
Geographic y presentaciones de Inditex.
La tercera línea, y la menos desarrollada hasta
el momento, se centra en la formación.
«Organizamos cursos especializados en distintas
materias y en tres idiomas, inglés, francés y
español», señala Elena Fernández. Éstos se
desarrollan on-line y cualquiera puede
especializarse, desde la distancia, en diversos
campos.
Para llevar a cabo todas estas tareas, Trágora
organiza la mayor parte de su trabajo por
Internet. «Desarrollar todas nuestras
actividades de manera on line nos ha abierto
muchas puertas. Este sector permite operar en
red porque toda la información se puede
traspasar por Internet», destaca la socia. Y es
que, desde que nació en 2006, esta sociedad se
ha convertido en un referente internacional, y
ha trabajado para empresas como Nokia,
Microsoft, Michelín... Y buena parte del éxito
se debe a un destacable número de profesionales
freelance (más de 500) y a empresas con las que
colabora a través de la Red.
«Englobamos todos los servicios de traducción en
una sola empresa, eso transmite confianza y
seguridad, además siempre aspiramos a la
calidad, por eso usamos a nativos para la
traducción», añade Elena Fernández, quien
sostiene que cada texto exige un grado de
especialización. «Cada traductor es un mundo, se
trata de traspasar el conocimiento pero también
la cultura, muchas veces hay que adaptar
refranes, frases hechas, canciones, etcétera».
Así, la filosofía de esta sociedad, según
explica una de sus socias, es ofrecer un
servicio de calidad, eficaz y rápido. De ahí que
cuente con todo un ejército de colaboradores y
que actúe como núcleo de coordinación del mismo.
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