Una ventana abierta
al cosmos
Investigadores andaluces obtienen
desde el Gran Telescopio Canarias una imagen
precisa de la zona donde reside una posible
estrella de neutrones en la Vía Láctea tras
captar un estallido cósmico de rayos gamma en
una galaxia lejana
SUR
El centro
investigador de Canarias. / P. B. |
El Gran
Telescopio Canarias (GTC) ha conseguido la mejor
imagen de un magnetar o estallido de rayos
gamma, un fenómeno cósmico que sorprendió a la
comunidad astrofísica a principios de este mes
cuando apuntaron el mayor telescopio
óptico-infrarrojo del mundo hacia la fuente en
una observación de urgencia. Ahora, los
investigadores del Instituto de Astrofísica de
Andalucía (IAA) del CSIC no descartan la
posibilidad de que la fulguración provenga de
una estrella de neutrones –magnetar– localizada
en la Vía Láctea, según informó ayer el
Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en un
comunicado.
Alberto Castro-Tirado, investigador principal de
estas observaciones con el GTC, recibió la
posición aproximada del objeto por SMS a partir
de la detección de rayos gamma del satélite ‘Swift’.
Las primeras observaciones fueron realizadas por
el telescopio estadounidense ‘Pairitel’ y el
japonés ‘Subaru’, ubicados en Arizona y Hawaii,
donde aún era de noche. «Al principio todos
pensamos que se trataba de un estallido de rayos
gamma más, de esa especie de aullido que emiten
los agujeros negros recién nacidos en galaxias
muy lejanas», explicó Castro-Tirado.
«Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando
un análisis más cuidadoso de los datos desveló
una periodicidad, en torno a los ocho segundos,
que jamás se había visto en los varios miles de
estallidos detectados desde los años setenta»,
añadió el investigador malagueño. Para resolver
la incertidumbre, su equipo decidió usar parte
del tiempo asignado al mismo y apuntar el GTC
durante 35 minutos, con la ayuda del personal
del telescopio, hacia la fuente emisora.
Una estrella aletargada
«Queríamos ‘ver’ lo más profundo que nos fuera
posible con el telescopio más grande del mundo»,
destacó el astrofísico, que consiguió una imagen
de magnitud 25.5, es decir, el equivalente a
multiplicar por 60 millones de veces la visión
que el ser humano es capaz de alcanzar bajo un
cielo de excepcional calidad astronómica como el
del Observatorio del Roque de los Muchachos, en
la isla de La Palma.
Tras las observaciones, el equipo del IAA duda
de que se trate de una explosión de rayos gamma
en una galaxia relativamente cercana, pues el
hecho de que el GTC no detectase una galaxia
anfitriona y que las oscilaciones de la fuente
ronden los ocho segundos, apuntan a que podría
ser una candidata a magnetar en la Vía Láctea,
una estrella de neutrones que habría estado
aletargada durante más de treinta años que ha
podido emitir esa intensa fulguración durante un
reajuste de su corteza o de su campo magnético,
de los más potentes que existen en el Universo.
Tampoco se descarta la posibilidad de que la
fuente resida en una de las galaxias más lejanas
del Universo, a una distancia de miles de
millones de años luz. En la consecución de estos
resultados científicos han participado además el
investigador principal de OSIRIS, Jordi Cepa, y
el astrónomo del GTC, Carlos Álvarez.
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