Investigadores de la Universidad de
Granada (UGR) dirigidos por el profesor
del departamento de Radiología y
Medicina Física, Nicolás Olea, participa
en una investigación de carácter europeo
para establecer la relación entre la
exposición temprana a determinadas
sustancias químicas y la propensión a
tener enfermedades como malformaciones
genitourinarias, infertilidad o cáncer
de testículo. El proyecto difiere de
estudios similares porque la
investigación no se hace con sustancias
aisladas, sino que estudian los efectos
que provoca la combinación de compuestos
químicos que, analizados
independientemente, parecían inocuos.
Efecto con retardo
«Estamos hablando de compuestos químicos
que tienen principalmente dos problemas:
en unos casos se trata de elementos
bioacumulables, es decir, aunque el
contacto se haya producido hace años, el
efecto puede aparecer más tarde debido a
su acumulación y persistencia dentro del
organismo, como es el caso de los
pesticidas; en otros, son sustancias
presentes en productos de uso diario,
como plásticos, detergentes o
cosméticos, muy difíciles de eliminar de
la vida cotidiana, y que suponen una
exposición continuada», explica Olea.
Esta investigación ha llegado a varias
conclusiones que han puesto en común los
siete grupos que llevan a cabo el
proyecto junto con la UGR y que proceden
de Londres, Brighton, Rotterdam, Zurich,
Bremen, Bristol y Copenhague. Así, han
establecido una relación entre la
exposición a estos productos y
determinadas dolencias como la
criptorquidia o la ausencia de descenso
testicular, es decir, la ausencia del
mismo en su localización normal dentro
del escroto, así como la infertilidad,
que, como señala el investigador, es más
habitual entre los jóvenes europeos.