Los avances tecnológicos han logrado que
vayamos conociendo el universo de forma
más precisa, y poco a poco va alumbrando
la oscuridad de sus rincones. Entre las
principales líneas de investigación
científica destaca la búsqueda de una de
las respuestas más polémica y esperada
por la mayoría, ¿existe vida
extraterrestre?
La ciencia va desvelando poco a poco
parte de estos misterios. Así, en los
últimos años ha aumentado el número de
planetas conocidos fuera del Sistema
Solar. Estos cuerpos planetarios,
denominados extrasolar o exoplaneta,
orbitan una estrella diferente al Sol.
Aunque también existen otros cuerpos
planetarios que no están ligados a la
gravedad de ninguna estrella, y se les
denomina errantes o interestelares.
Fue en 1995 cuando descubrieron el
primer astro extrasolar, y desde
entonces el ritmo de hallazgos ha sido
asombroso. En la actualidad, se han
contabilizado 342 sistemas planetarios
que contienen un total de 404 planetas.
La mayoría son gigantes gaseosos, pero
gracias a los nuevos métodos
tecnológicos se están encontrando cada
vez más formaciones rocosas y de tamaño
parecido a la Tierra. «Las
investigaciones no están centradas en
encontrar muchos planetas, sino aquellos
con condiciones favorables para que se
desarrolle la vida, y por tanto, su
habitabilidad», comentó ayer Julia Toval,
coordinadora del grupo de Astrobiología
de la Sociedad Malagueña de Astronomía (SMA),
durante una conferencia en la sede de la
SMA.
La charla, denominada 'Planetas
extrasolares: Buscando otras Tierras en
el Universo', recogió también las
últimas misiones para encontrar planetas
similares al nuestro.
Condiciones para la vida
Según la científica, entre las
condiciones para que se desarrolle la
vida «debe haber una temperatura
adecuada, presencia de moléculas
orgánicas basadas en el carbono,
existencia de agua, orbitar una estrella
a una distancia óptima y ser sólido para
permitir el cambio de fase líquida a
sólida». Hay que tener en cuenta la zona
habitable o de habitabilidad, que es una
área teórica que rodea a una estrella,
en la que cualquier planeta tendría agua
líquida en su superficie y por tanto,
capacidad para poder albergar vida.
El exoplaneta conocido más semejante a
la Tierra es 'Gliese 581 c', descubierto
en 2007, cuya masa equivale a cinco
veces la de la Tierra, y del que los
expertos creen que podría tener agua
líquida en su superficie. En esta línea,
existen en la actualidad dos misiones
importantes como son la europea 'Corot',
y la norteamericana 'Kepler', de la que
Toval hizo referencia en su ponencia.
Asimismo, el Proyecto Espacial Darwin,
de la Agencia Espacial Europea (ESA),
previsto para después del año 2014, será
capaz de analizar las atmósferas de
estos planetas terrestres, teniendo la
capacidad de detectar vida
extraterrestre mediante su análisis
espectral. Estos datos permitirán
abordar cuestiones como la abundancia de
sistemas planetarios parecidos al
nuestro, o el tipo de estrellas en los
que es más fácil que se formen planetas.