E5, E10, B20, B30... no estamos en una
clase de química o de visita en un
archivo científico. Este es el panorama
que podemos encontrar cada vez con mayor
frecuencia en las gasolineras de nuestro
entorno. Los biocarburantes se etiquetan
como E5, E10, E85, B20, B30, B100. Estas
siglas se refieren al porcentaje y al
tipo de biocombustible que está presente
en las mezclas con diésel o gasolina. La
primera letra identifica el tipo de
biocombustible: (B) indica que es
biodiésel y (E) que es etanol. El número
señala el porcentaje de biodiésel o
etanol que hay en la mezcla: (B5) indica
que contiene 5% de biodiésel y 95% de
diésel y (E10) significa que es un
combustible que contiene 10% de etanol y
90% de gasolina.
En este sentido, «actualmente
encontramos el biocarburante (bioetanol
o biodiésel), mezclado o aditivado en la
gasolina y gasoil convencional en
proporciones inferiores al 5% en
volumen», según explicó ayer en Málaga
Amparo Manso Ramírez, técnica del Área
de Recursos Renovables y Biocarburantes
de la Agencia Andaluza de la Energía (AAE)
durante una jornada sobre el ‘Uso de
biocarburantes en vehículos de
automoción’.
Consumo en Andalucía
El uso de biocombustible en Andalucía
supone tan sólo el 6% del total del
consumo de carburantes. Este bajo
porcentaje se debe, principalmente, a
que los usuarios desconocen sus
propiedades, y a que hasta el momento
sólo se encuentran en gasolineras
independientes no abanderadas por los
operadores más conocidos. De todas
formas, los biocarburantes son, hoy por
hoy, la única opción a corto y medio
plazo con la que se cuenta para
sustituir los combustibles fósiles en el
sector transporte y «para reducir las
emisiones contaminantes que estos
descargan en la atmósfera. Unas
emisiones que en 2008 superaron los 16,2
millones de toneladas de CO2 en
Andalucía», dijo Manso.
Según la experta, «el ciclo de vida del
biocombustible es mayor que el del resto
de carburantes y produce más energía.
Así, queremos aumentar el uso por encima
de la mezcla obligatoria y tenemos como
objetivo que en 2013 el consumo de
biocarburantes frente al consumo total
de gasolinas y gasóleos de automoción
ascienda al 8,5%».
Cualquier motor diesel puede funcionar
con mezclas por debajo del 20% de
biodiésel sin necesidad de realizar
modificaciones y manteniendo la garantía
de los fabricantes de automóviles. Para
vehículos de gasolina, el uso de etanol
en mezcla directa con la gasolina puede
llegar hasta el 10% del volumen. «Aunque
subrayamos el valor medioambiental, y el
menor coste del biodiésel, lo que más
llama la atención es el desconocimiento
que tienen particulares y, sobre todo,
las empresas de transportes de
mercancías y pasajeros de las ventajas
de este producto», aclaró la responsable
de la AAE.
En el primer semestre del año 2009, los
andaluces hemos repostado gasolina con
un contenido medio de etanol del 2,9% y
gasoil con una proporción del 3,5% de
biodiésel. Huelva se sitúa como la
provincia andaluza que más biodiésel
incorpora en sus gasóleos, alcanzando el
4,8%. Sólo unos pocos usuarios conocen
que desde hace ya varios años están
consumiendo de manera generalizada
bioetanol en sus vehículos de gasolina y
biodiésel en sus vehículos de gasoil.
También, durante la jornada, presentaron
el ‘Manual Técnico de Uso de
Biocarburantes en Motores de
Automoción’, y dieron a conocer el mapa
de biogasolineras y los incentivos para
la adquisición de vehículos ecológicos.