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Los fósiles también hablan

Hallan indicios de gusanos 'comedores de huesos' en los restos de una ballena. Los paleontólogos que estudian el yacimiento de Viator atribuyen a esta especie marina una antigüedad de cinco millones de años

EFE
 / MADRID

Un equipo de paleontólogos ha descubierto las primeras evidencias del registro fósil de la actividad de un tipo de gusanos marinos 'comedores de huesos', a los que se les atribuye una antigüedad aproximada de unos cinco millones de años a raíz de una excavación hecha en 2006 en la Base Militar 'Álvarez de Sotomayor' de Viator (Almería), donde se descubrieron los restos fósiles de un ejemplar de ballena.

Así lo indicó ayer la Junta a través de una nota, en la que indicó que el equipo investigador compuesto por los doctores en Paleontología Fernando Muñiz, Jordi María de Gibert Atienza (Universidad de Barcelona) y Raúl Esperante (Geoscience Research Institute de California, EE UU) contó con la financiación de la Consejería de Cultura y la colaboración del Ministerio de Defensa.

La investigación arrancó en el año 2006, cuando Muñiz y el geólogo almeriense Jesús Berbel realizaban una excavación en el campo de tiro y maniobras de la base almeriense de la Legión. Durante el reconocimiento del terreno hallaron un bloque de roca, que contenía huesos incompletos del cráneo de una ballena fósil.
Los restos óseos fosilizados del cetáceo contenían huellas «atípicas» en los huesos, por lo que se procedió a la recogida de la muestra para su posterior estudio, del que los científicos ya advertían su relevancia ante la novedad del hallazgo.

Fuente de alimento

Según explicó el paleontólogo que encabezó la excavación, «los estudios actuales han revelado que la presencia esporádica del cadáver de un cetáceo como el de una ballena en el fondo marino supone una rica fuente de alimento, aprovechada por diferentes comunidades de organismos, entre ellas, algunas tan singulares como los gusanos osteófagos», conocidos como los 'comedores de huesos', señaló Muñiz.

El resultado de la investigación permite concluir que «el estudio de las huellas (perforaciones) halladas en los huesos fósiles encontrados en Almería constituyen el primer y único registro fósil hasta la fecha de la actividad de estos gusanos osteófagos».

En este sentido, el estudio del equipo de paleontólogos determina que «el gusano es muy difícil que fosilice por ser de cuerpo blando y carecer de partes duras, pero sus perforaciones, producto de una peculiar actividad o comportamiento, sí han sido localizadas a modo de pequeños tubos que hicieron mientras comían el hueso, y que una vez muertos los organismos, se rellenaron de sedimento y posteriormente fosilizaron».

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