Doñana registra la
mayor mortandad de tortugas marinas de su
historia
EP /
SEVILLA
La costa de Doñana ha registrado este año la
mayor mortandad de tortugas marinas desde que se
elabora este registro en el Espacio Natural. En
total, se han cuantificado 80 varamientos de
quelonios en lo que va de año, según informa el
director del Parque Nacional de Doñana, Juan
Carlos Rubio.
La mayoría de los ejemplares que han perdido la
vida este año en las playas de Doñana,
concretamente 73, pertenecen a tortuga boba (Caretta
caretta), una especie en peligro de extinción
con la que la Consejería de Medio Ambiente
desarrolla un proyecto de reintroducción en el
Parque de Cabo de Gata-Níjar con ejemplares
procedentes de Cabo Verde. Solo en el mes de
octubre han aparecido muertos doce de estos
ejemplares. Los otros siete quelonios fallecidos
se corresponden con tortugas laúdes.
Se trata del número más alto de varamientos de
tortugas marinas que se ha cuantificado en
Doñana desde 1998, cuando fallecieron 48
individuos. De hecho, el pasado año murieron 29.
La razón que explica esta alta mortalidad, según
Rubio, hay que buscarla principalmente en las
elevadas temperaturas de las aguas del litoral
de Doñana durante todo el verano, provocadas por
las rachas de viento de levante y las corrientes
marinas, que han supuesto, asimismo, una
importante presencia de carabelas portuguesas en
las playas, cuya picadura es muy dañina para los
bañistas.
También se apunta a la acción de las redes de
enmalle o a la colisión con barcos, dado que se
trata de una zona «muy transitada por
embarcaciones que entran o salen del Estrecho»,
señala Rubio. No obstante, no descarta que la
variación en la temperatura del agua se deba a
los efectos del cambio climático, algo que se
comprobará a largo plazo. |
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