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Pequeño gran enemigo
Científicos andaluces estudian la capacidad de un gusano para erradicar la plaga del escarabajo picudo rojo que afecta a las palmeras

TEXTO: JOSÉ GÁLVEZ / FOTO: EFE / MÁLAGA

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MEDITERRÁNEO.
El diez por ciento de las palmeras de Málaga ya están infectadas.

EL escarabajo picudo rojo (Rynchophorus ferrugineus) es la plaga que más daños provoca en la actualidad en las palmeras españolas y de todo el mundo. Este insecto es originario de las áreas tropicales del Sudeste Asiático y Polinesia. En España, fue citado por primera vez en 1993, detectándose los primeros daños sobre palmeras localizadas en Motril y Almuñecar. La importación de palmeras de otros países sin una adecuada inspección ni control fitosanitario, parece ser el origen de la introducción de la especie. En la actualidad, el problema se ha visto agravado como consecuencia de la importación masiva de palmeras infectadas, para su utilización como planta ornamental tanto en vías urbanas como nuevas urbanizaciones en todo el litoral Mediterráneo, Canarias y Andalucía.

Un diez por ciento de las palmeras de la capital malagueña han sido afectadas ya por el escarabajo. La semana pasada, los ejemplares del Parque de Málaga fueron fumigados por cuarta vez en el último año para intentar acabar con este insecto. Hasta ahora uno de los productos que más se utilizan es el llamado 'Imidacloprid', con el que se empapa el cogollo de la palmera. Se trata de una acción preventiva de la que no se está muy seguro que evite al devastador bichito.

Gusano 'vs' escarabajo

Quizás la solución al problema venga desde el centro Ifapa de La Mojonera (Almería), donde experimentan con patógenos de insectos para erradicar la plaga mediante control biológico. Se trata de un gusano que se alimenta de las larvas del escarabajo, que son las que ocasionan los daños al alimentarse su vez del interior de la planta. De esta manera, se evita que el picudo rojo pueda seguir destruyendo las palmeras.

Los árboles infestados por este insecto no manifiestan ninguna sintomatología hasta pasados los meses, de manera que una vez que aparecen los síntomas, la palmera se encuentra ya en un estado avanzado de degeneración y se convierte en un importante focos de contagio.

La Unidad de Plagas del Ifapa ha puesto en marcha dos líneas de investigación para eliminar el picudo en colaboración con la Universidad de Almería en la que participan, además, investigadores de Valencia, Murcia y Canarias, comunidades afectadas también por este escarabajo.

Por un lado, se están desarrollando sensores de tipo acústico que permitan la detección de las larvas del escarabajo en el interior de las palmeras con el objetivo de determinar las que están infestadas aunque no manifiesten síntomas externos. Asimismo, se experimenta con unos gusanos parásito (nematodos) para erradicar la plaga mediante control biológico. A través de este tratamiento se consigue un menor impacto ambiental y menos residuos que con la aplicación de otros químicos.

En laboratorio se ha comprobado que algunas especies de estos gusanos parásitos presentan una eficacia del cien por cien en el control de los estadios inmaduros (larvas y pupas). Asimismo, cuando se ha evaluado la eficacia de estos organismos biológicos en condiciones de semicampo (planta de vivero) se han producido muy buenos resultados en el control de la plaga. De este modo, el proyecto de estos investigadores se presenta como la mejor herramienta para acabar con el insecto.

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